4 Le preguntó David: «¿Qué ha pasado? Cuéntamelo.» Respondió:
«Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído muchos del pueblo
y
también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.»
5 Dijo David al joven que le daba la noticia “: «¿Cómo sabes que han
muerto Saúl y su hijo Jonatán?»
6 Respondió el joven que daba la noticia: «Yo estaba casualmente en
el monte Gelboé; Saúl se apoyaba en su lanza, mientras los carros y
sus
guerreros le acosaban.
7 Se volvió y al verme me llamó y contesté: “Aquí estoy.”
8 Me dijo: “¿Quién eres tú?” Le respondí: “Soy un amalecita.”
9 Me dijo: “Acércate a mí y mátame, porque me ha acometido un
vértigo aunque tengo aún toda la vida en mí.”
10 Me acerqué a él y le maté, pues sabía que no podría vivir después
de su caída; luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que
tenía en el brazo y se los he traído aquí a mi señor.»
11 Tomando David sus vestidos los desgarró, y lo mismo hicieron los
hombres que estaban con él.
12 Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta la noche por Saúl y por
su hijo Jonatán, por el pueblo de Yahveh, y por la casa de Israel,
pues
habían caído a espada.